La actual inflación que atraviesa el mundo está muy lejos de ser transitoria. Esto ha sido todo un desafío para la recuperación económica de distintos países. Hasta el momento no se observan señales de que en el corto plazo vaya a ceder un poco. En vista de ello, los banqueros centrales de distintos países se enfrentan a un desafío no visto en muchas décadas.
Para algunos de ellos es algo totalmente nuevo, pues no vivieron el período de la gran inflación de la década de los 80. Esto se suma a las diversas preocupaciones que enfrenta las naciones, entre ellas la pandemia, problemas que están entrelazados entre sí.
¿Por qué el mundo se enfrenta a una alta inflación?
Para la mayoría de los analistas la inflación es una clara secuela de la pandemia del COVID-19. Producto de las restricciones a la movilidad, y los cierres de fronteras y vuelos se han visto gravemente afectadas las cadenas de suministros. Sectores como la industria automotriz, la fabricación de chips o los costos de los servicios se han visto severamente golpeados.
Sin embargo, otros analistas consideran que, si bien es cierto que la pandemia intensificó la crisis en la cadena de suministro, hay otra serie de factores previa a ella. Explican que las cadenas de suministro cada vez eran más demandadas en los años previos al 2019.
No obstante, no recibieron suficientes inversiones en puntos estratégicos por lo que las organizaciones se concentraban en el mantenimiento de las fábricas y demás elementos de la cadena, más bien que en ampliarlo.
Los banqueros centrales del mundo se reúnen
Seguirán las reuniones cruciales por parte de los principales bancos centrales del mundo antes de que termine el año. Estas reuniones serán muy importantes y decisivas, pues lo que se haga y diga en ellas, tendrá una repercusión al menos durante los primeros trimestres del año próximo.
La Reserva Federal de Estados Unidos (El Banco Central norteamericano) se reunirá el 14 y 15 de diciembre. Se prevé que subirán las tasas de interés y seguirán el recorte al monto de los estímulos monetarios. Por otra parte, el Banco Central Europeo se esfuerza por recuperar la confianza perdida de los mercados.
Esto debido a que durante largos meses insistió en que la inflación sería pasajera y, sin embargo, la región acostumbrada a una inflación por debajo del 2% anual, actualmente supera el 5,2%. Lo que los bancos centrales del mundo hagan y digan en las próximas semanas, tendrá repercusiones directas en el futuro cercano.
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