Las aspiradoras inalámbricas son uno de los electrodomésticos favoritos para mantener el hogar impecable sin complicaciones. Son ligeras, fáciles de usar y nos permiten movernos por toda la casa sin depender de enchufes ni cables molestos. Pero, como cualquier aparato, requieren ciertos cuidados para que duren más tiempo y sigan funcionando con la misma potencia del primer día. Ignorar el mantenimiento puede hacer que la batería se desgaste antes, que el motor pierda fuerza o que los filtros se obstruyan. ¿Quieres cuidarlo? ¡Te enseñamos!
Limpia el depósito con frecuencia
Puede parecer obvio, pero mucha gente deja que el depósito se llene demasiado antes de vaciarlo. Esto no solo afecta la potencia de succión, también obliga al motor a trabajar más de lo necesario. La recomendación es vaciarlo después de cada uso, aunque no esté completamente lleno.
Un truco extra: cada cierto tiempo, lava el depósito con agua y jabón suave, sécalo bien y vuelve a colocarlo. Así evitarás malos olores y acumulación de polvo que, con el tiempo, puede dañar el sistema.
Revisa y lava los filtros
Los filtros son esenciales porque atrapan partículas de polvo fino y evitan que regresen al aire. Si no los limpias, la aspiradora comenzará a perder potencia.
La mayoría de los modelos modernos tiene filtros lavables. Únicamente necesitas enjuagarlos con agua fría, dejarlos secar al aire (muy importante: que estén completamente secos antes de volver a usarlos) y colocarlos de nuevo. Hacerlo una vez al mes es suficiente en la mayoría de los casos, aunque si tienes mascotas, quizás deba ser más seguido.
Cuida la batería
La batería es el corazón de cualquier aspiradora inalámbrica. Para prolongar su vida, evita dejarla descargada por completo durante mucho tiempo. Lo mejor es recargarla cuando quede alrededor del 20-30% y no esperar a que muera por completo.
Asimismo, conviene desconectarla del cargador una vez que alcance el 100%. Dejarla enchufada permanentemente puede acortar su vida útil con el tiempo. Y si no la vas a usar por un periodo largo, guárdala con la batería cargada a la mitad, no completamente llena ni vacía.
Mantén el cepillo limpio
El cepillo es la parte que más contacto tiene con la suciedad, y es normal que se acumulen cabellos, hilos o restos de tela. Si no lo revisas con frecuencia, el rodillo puede atascarse y forzar el motor.
Un buen hábito es quitar el cepillo cada dos semanas y limpiar todo lo que se enrede en él. Algunos modelos traen accesorios para cortar pelos fácilmente, pero con unas tijeras pequeñas puedes hacerlo sin problema.
Usa la aspiradora en superficies adecuadas
Aunque las aspiradoras inalámbricas modernas son muy versátiles, no están diseñadas para aspirar líquidos o materiales muy pesados como piedras o vidrios grandes. Forzarlas en ese tipo de tareas puede dañar el motor o rayar los accesorios. Si necesitas recoger restos más complicados, usa primero una escoba y dejar la aspiradora para la limpieza final. Así no la expones a un desgaste innecesario.
Almacenamiento correcto
Muchas personas guardan la aspiradora en cualquier rincón de la casa, y eso afecta su vida útil. Lo recomendable es tenerla en un lugar fresco y seco, lejos de la humedad o de fuentes de calor como estufas. Si tu modelo incluye base de carga o soporte de pared, aprovéchalo. Por lo mantiene ordenado y evita que se caiga y se dañe con golpes.
Mantenimiento preventivo
Aparte de los cuidados básicos, dedica unos minutos cada mes a revisar tu aspiradora en general:
- Asegúrate de que las ruedas giren libremente.
- Comprueba que no haya grietas en las mangueras o piezas de plástico.
- Escucha si el motor suena extraño, lo que puede indicar que necesita limpieza más profunda.
Si notas algo fuera de lo común, es mejor solucionarlo de inmediato que esperar a que el problema se agrave.
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