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Excursiones fascinantes: Descubre los enigmáticos laberintos de España

vista aérea de un laberinto circular rodeado de árboles
Vista aérea de un laberinto circular rodeado de árboles

En España existen algunos preciosos laberintos en los que perderse y están ubicados en distintas regiones de la península. En este artículo, vamos a descubrir algunos de los laberintos enjardinados más bonitos que se esconden en España, donde alejarnos de la salida a cada paso nos parecerá una bendición, más que un rompecabezas, pues estos esconden rincones maravillosos, siempre con el antídoto para volver al exterior.

Parque del Laberint d’Horta

El primer laberinto que exploraremos se encuentra dentro del Parque del Laberint d’Horta, en pleno centro de Barcelona, en el distrito de Horta-Guinardó, y es el más antiguo que conserva la ciudad. El parque incluye un jardín neoclásico del siglo XVIII, un jardín romántico del siglo XIX y un bonito laberinto de 750 metros lineales, cuyo recorrido está marcado por unos preciosos cipreses. Enclavado en el parque, el laberinto en forma de trapecio guarda una encantadora sorpresa para quienes se atrevan a adentrarse en sus intrincados caminos. Cuenta la leyenda que los bosques que lo rodean están habitados por gnomos, como los que se reflejan al jugar gnomos mix online, lo que añade un aire fantasioso y mágico al ya de por sí encantador jardín. En la entrada del laberinto, nos recibe la inscripción «Entra, saldrás sin rodeo, el laberinto es sencillo, no es menester el ovillo, que dio Ariadna a Teseo»; en el centro encontramos una plaza bordeada por cipreses recortados en forma de arco con una estatua de Eros encima de un pedestal y, en la salida, nos espera un pequeño estanque circular.

Parque Tentegorra

El Laberinto Parque de Tentegorra se encuentra situado en el Parque de Ocio Rafael de la Cerda en Tentegorra, muy cerca de Cartagena, en la región de Murcia. Sin duda, este es uno de los laberintos que no nos podemos perder, ya que aguarda muchas sorpresas para sus visitantes. La primera y seguramente más sorprendente es que sus casi 5 kilómetros de recorrido le han dado el título de más largo del país y, además, es uno de los más interactivos de España. Los 2 metros de cipreses que marcan su recorrido trabajan duramente impidiendo la orientación de sus visitantes; sin embargo, este está diseñado de tal forma que, con sus doce puertas con los signos del zodíaco, permiten configurar diferentes rutas, eligiendo así el grado de dificultad. Además, de ofrecer puertas de emergencia, este laberinto tiene la peculiaridad de que el objetivo no es únicamente salir, sino que querremos, primero, llegar al torreón central para subir al mirador y vislumbrar las espirales que forman el laberinto y sus doce puertas ocultas.

El Capricho

El siguiente laberinto que exploraremos es uno de los secretos mejores guardados de Madrid. Dentro del Parque del Capricho, en La Alameda de Osuna, encontramos un precioso laberinto. Aunque vamos a hablar de él, es de parada obligatoria comentar la belleza del parque que le da cobijo. Se trata del único parque del romanticismo de Madrid y sus catorce hectáreas de terreno son un auténtico espectáculo visual. Según los datos históricos, este parque nació por los deseos de la Duquesa de Osuna, quien encargó pabellones, recorridos y zonas de agua, además del curioso Laberinto.

El laberinto tiene una superficie total de unos 6000 metros cuadrados, aunque tomando el camino más corto, apenas hay que recorrer 370 metros para llegar al centro. Una de las características que distinguen este laberinto es que en lugar de cipreses como es habitual, este está formado por bonitos laureles que marcan el recorrido con sus hojas, aunque desafortunadamente no podremos gozar de él en persona, pues actualmente se encuentra en fase de reconstrucción.

Real Alcázar de Sevilla

En la preciosa y colorida ciudad de Sevilla encontramos el último laberinto que recorreremos hoy. Dentro del Palacio Real en uso más antiguo de Europa, el Real Alcázar de Sevilla, se sitúa un divertido laberinto por el que pasear tranquilamente y escapar del calor de la ciudad. Este laberinto tiene la peculiaridad de ser, en cierto modo, un divertido jardín por el que pasear, más que ser un intrincado laberinto en sí, pues se puede escapar de él en pocos minutos. El segundo dato que nos sorprende de este bonito lugar es que, así como el Laberinto del Capricho, el recorrido de este tampoco está formado por los típicos cipreses, sino que son los setos de mirto, tuya y ciprés quienes lo conforman y le dan una serenidad especial. El último dato que destaca de este laberinto es que, aunque fue construido en 1913, realmente nació para reemplazar a otro laberinto más antiguo que había en su lugar, y que desafortunadamente fue destruido.

Conclusión

Sin duda, este ha sido un encantador viaje por los enigmáticos laberintos que esconde España. Desde grandes desconocidos de la ciudad, al laberinto más largo de la península, hemos descubierto preciosos lugares por los que pasear y jugar al escondite, aunque animamos a nuestros lectores a que, si tienen oportunidad, visiten en persona estos bellos lugares por los que perderse, ¡nunca mejor dicho!

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