El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, enfrenta una presión cada vez mayor para responder a la crisis de COVID y las acusaciones de corrupción.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, cuya popularidad se ha desplomado en medio de la continua crisis del COVID-19 en el país y las recientes acusaciones de corrupción, nombró a un senador del bloque más grande del Congreso como su nuevo jefe de gabinete.
El senador Ciro Nogueira, líder del Partido Progresista (PP) de centroderecha, tuiteó el martes que aceptó el cargo y se espera que preste juramento esta semana como el ministro más cercano de Bolsonaro, en lugar de un general retirado.
«Acabo de aceitar o convite honroso do presidente Jair Bolsonaro para assumir a Casa Civil», dise Nogueira en Twitter durante el encuentro con el presidente en Brasilia.
Será el primer político importante en ingresar al gabinete interno de Bolsonaro mientras el presidente asediado busca aliados para protegerse de las órdenes de juicio político en el Congreso y una investigación del Senado sobre presuntas irregularidades en la compra del gobierno de vacunas COVID-19.
Nogueira pertenece al mismo partido que el alcalde Arthur Lira, quien se negó a aceptar cualquiera de las decenas de órdenes de juicio político presentadas contra Bolsonaro.
El senador brasileño Ciro Nogueira gesticula luego de reunirse con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en el Palácio do Planalto, en Brasilia, el 27 de julio. [Adriano Machado/Reuters]
«El nombramiento solidifica la presencia de este partido clave en el gobierno y le da a Bolsonaro algo de tranquilidad», dijo a la agencia de noticias Reuters Lucas de Aragão, socio de la consultora de Brasilia Arko Advice.
Durante las últimas semanas, los brasileños han protestado en gran número contra el manejo de la pandemia por parte de Bolsonaro; El COVID-19 ha provocado la muerte de más de 550.500 personas en el país sudamericano, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Por primera vez desde que comenzó la crisis, una encuesta a principios de este mes mostró que la mayoría de los brasileños apoyaba un esfuerzo legislativo para acusar a Bolsonaro.
Escéptico del COVID-19, que habitualmente ha minimizado la gravedad del coronavirus, el líder de extrema derecha ha evitado los pedidos de imposición de medidas de salud pública en todo el país, insistiendo en que tales restricciones dañarían la economía.
“Están protestando por muchas cosas: la minimización de la pandemia por parte del gobierno, el rechazo del presidente a las medidas de seguridad sanitaria, la lenta distribución de vacunas”, informó Monica Yanakiew de Al Jazeera en una gran manifestación en Río de Janeiro el 24 de julio.
Miles de manifestantes se reunieron en todo Brasil ese día para exigir el juicio político de Bolsonaro.
Uma comissão do Senado brasileiro lançou em abril uma investigação sobre a forma como Bolsonaro lidou com a crise do COVID-19, enquanto questões também surgiram recentemente sobre supostas irregularidades no processo de compra da vacina contra o coronavírus de seu governo, bem como acusações de corrupção en el pasado.
Bolsonaro negó los cargos, pero su popularidad cayó.
Las encuestas de opinión recientes también muestran que Bolsonaro fue fácilmente derrotado por el expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales programadas para el próximo año, si la votación tuviera lugar hoy.
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