El virus del Papiloma Humano (VPH) es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes, que afecta tanto a hombres como a mujeres. A pesar de que muchas personas no presentan síntomas evidentes, el VPH puede causar complicaciones graves si no se detecta y trata adecuadamente.
Las manifestaciones del VPH varían entre los géneros, haciendo que se necesiten enfoques diferentes para su tratamiento. En este artículo, exploraremos las diferencias en la manifestación del VPH en hombres y mujeres, las opciones de tratamiento disponibles en clínica vph especializadas y las mejores estrategias de prevención.
Diferencias en la manifestación del VPH en hombres y mujeres
El VPH presenta signos y síntomas que pueden diferir según el sexo, influyendo en cómo se debe diagnosticar y tratar en cada caso. En este sentido, para las mujeres la enfermedad es más conocida por su relación con el cáncer cervical. La mayoría de las infecciones por VPH no muestran síntomas inmediatos, por ello, muchas veces pasa desapercibido hasta que se realizan chequeos rutinarios como el Papanicolau.
Las infecciones persistentes con cepas de VPH de alto riesgo pueden provocar cambios en las células del cuello uterino y aumentar el riesgo de cáncer cervical. Además, algunas mujeres pueden desarrollar verrugas genitales, aunque esto es menos común con las cepas de alto riesgo.
Por otro lado, en el caso de los hombres, aunque el VPH está menos asociado con el cáncer en hombres, algunas cepas están vinculadas al cáncer de pene o cáncer anal. Los hombres también desarrollan verrugas genitales, que son una de las manifestaciones más usuales del VPH. Estas verrugas pueden aparecer en la zona genital, en el área anal, o en la uretra. Al igual que en las mujeres, los hombres pueden ser portadores del VPH sin presentar síntomas visibles, haciendo que la infección sea más difícil de detectar sin un diagnóstico médico adecuado.
La importancia del chequeo médico en ambos sexos
Como hemos venido diciendo, esta es una infección que puede permanecer asintomática durante mucho tiempo, siendo fundamental que tanto hombres como mujeres se sometan a chequeos médicos regulares para detectar cualquier signo de infección y tratarlo oportunamente. De este modo, las mujeres deben someterse a un Papanicolau de forma regular, empezando desde los 21 años, incluso si no presentan síntomas evidentes de infección. Este examen es esencial para detectar alteraciones celulares en el cuello uterino que puedan estar relacionadas con el VPH.
A partir de los 30 años, también se recomienda la prueba de ADN para VPH, que identifica las cepas de alto riesgo. Las mujeres con infecciones persistentes de VPH deben ser monitorizadas para asegurar que no se produzcan cambios precoces en el tejido cervical.
Sin embargo, actualmente no existe un examen de detección rutinario del VPH en hombres en una clínica vph, debido a que muchos casos son asintomáticos. No obstante, los hombres que presentan verrugas genitales o que están en grupos de riesgo, como aquellos que tienen relaciones sexuales con otros hombres, deben acudir al médico para una evaluación completa. De igual modo, los hombres que padecen VPH y tienen síntomas visibles como verrugas deben recibir tratamiento adecuado. Si están en riesgo de cáncer anal o presentan lesiones en la uretra, también deben someterse a exámenes especializados.
Tratamiento en una clínica especializada
El tratamiento en una clínica vph puede variar según la manifestación del virus y el riesgo de complicaciones. En clínicas especializadas, los médicos ofrecen un enfoque integral para el manejo del VPH, que incluye tanto el tratamiento de las verrugas genitales como el seguimiento de infecciones por VPH de alto riesgo.
En el caso de las verrugas, en la clínica vph son tratadas con medicamentos tópicos, crioterapia, que consiste en la congelación de las verrugas, o procedimientos quirúrgicos menores, como la eliminación de las verrugas mediante láser o electrocauterización.
Por otro lado, en mujeres con infecciones persistentes de VPH de alto riesgo, el Papanicolau y pruebas de ADN del VPH son esenciales. Si se detectan cambios precoces en las células cervicales, se pueden realizar procedimientos adicionales como la colposcopia o la biopsia para evaluar la gravedad de la situación.
En los casos en los que se detecta cáncer cervical o cambios graves en los tejidos genitales, se suele requerir intervenciones quirúrgicas para extirpar el tejido afectado. En algunos casos más avanzados, pueden ser necesarias cirugías para eliminar el cáncer o para tratar lesiones precoces.
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