En el mundo actual, el estrés se ha convertido, lamentablemente, en una experiencia común para muchas personas. Las exigencias del trabajo, la vida personal y las preocupaciones diarias pueden generar una sensación constante de presión y tensión. Es en este contexto donde entra a batallar la ashwagandha.
La ashwagandha, cuyo nombre científico es Withania somnífera, es una planta que crece en la India y en algunas partes de África. Esta planta no es una más en el vasto reino vegetal. De hecho, es un pilar de la medicina ayurvédica, un sistema tradicional de la India que se remonta a miles de años. Es considerada un adaptógeno, término que se utiliza para describir ciertas plantas que se cree que pueden ayudar al cuerpo a adaptarse y resistir mejor a los factores estresantes.
De todos los adaptógenos que existen en el mercado, el que cuenta con mayor respaldo científico es precisamente la ashwagandha. Un estudio publicado en la revista Medicine destacó la mejora significativa que hubo en los niveles de ansiedad, depresión y estrés que hubo en adultos (con niveles altos de estrés) tras tomar extracto de ashwagandha durante 60 días. Del mismo modo, otro estudio publicado en Journal of Medicinal Food descubrió que estudiantes universitarios que tomaron ashwagandha durante 30 días mostraron una mejor claridad mental y calidad del sueño.
Entre las formas de ashwagandha, se pueden distinguir la convencional y la KSM-66, siendo esta última muy especial, pues es la que se ha posicionado como la de mayor calidad y potencia.
¿Qué hace especial a la Ashwagandha KSM-66?
La forma KSM-66 es un extracto de ashwagandha patentado que se distingue por su alta concentración de principios activos. A diferencia de la forma convencional, la KSM-66 es un extracto que se obtiene únicamente de la raíces, lo que significa que mantiene intacto todos los compuestos naturales de esta planta. Este proceso de extracción logra un producto único con un alto contenido en sustancias activas, especialmente los withanólidos.
Los withanólidos poseen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y adaptogénicas, siendo así responsables de numerosos beneficios para la salud, entre ellos el manejo del estrés y el envejecimiento celular. La forma KSM-66 contiene un 5 % de withanólidos en comparación con otras formas de ashwagandha.
Beneficios de la Ashwagandha KSM-66
Esta forma de ashwagandha no solo se limita a brindar bienestar emocional, sino que también posee otra clase de beneficios:
- Ayuda a mejorar el rendimiento físico y mental
La ashwagandha KSM-66 también puede ayudar a aumentar la resistencia a la fatiga y mejorar la recuperación muscular. Asimismo, ayuda a mejorar el rendimiento físico, especialmente en situaciones que requieren de fuerza y resistencia, como en el caso de los deportistas. Gracias a sus propiedades neuroprotectoras, también ayuda a mejorar la memoria, concentración y claridad mental.
- Favorece el equilibrio hormonal en hombres y mujeres
Al tener efectos positivos sobre el sistema hormonal, puede equilibrar los niveles hormonales tanto en hombres como en mujeres. En las mujeres, también se considera una ayuda durante la menopausia, pues alivia los síntomas derivados de esta etapa.
- Es antioxidante y antiinflamatoria
Como indicamos antes, gracias a los withanólidos, la KSM-66 es un potente antioxidante que ayuda a neutralizar los radicales libres. Además, ayuda a reducir la inflamación en el cuerpo, mejorando la salud en general.
En conclusión, la ashwagandha KSM-66 es más que un simple suplemento natural. Su calidad y eficacia la han colocado en la vanguardia de los extractos de ashwagandha, brindando beneficios más que probados. En el mercado, puedes encontrar suplementos de ashwagandha KSM-66 en diferentes formatos: polvo, comprimidos o incluso gominolas, si te gustan los sabores dulces. Solo recuerda seguir las instrucciones del fabricante y podrás decirle adiós al estrés.
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