El Ártico está experimentando cambios dramáticos en su clima y ambiente, y los científicos han advertido que incluso si se redujeran las emisiones de gases de efecto invernadero hoy, puede ser demasiado tarde para salvar el hielo marino del Polo Norte.
Un dramático retroceso del hielo en el Ártico
El hielo marino del Ártico ha disminuido significativamente en las últimas décadas. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA), la extensión del hielo marino en el Ártico ha disminuido a una tasa de aproximadamente el 12 por ciento por década desde 1979. En 2012, la extensión del hielo marino en el Ártico alcanzó un mínimo histórico.
La disminución del hielo marino en el Ártico tiene consecuencias graves para el medio ambiente y la vida silvestre en la región, así como para el clima global. El hielo marino actúa como un reflector natural, reflejando la mayor parte de la luz solar que llega a la Tierra.
Cuando el hielo marino se derrite, se expone más agua oscura, que absorbe más calor del sol. Esto puede provocar un aumento de la temperatura del agua, lo que a su vez puede provocar la liberación de metano, otro gas de efecto invernadero, del fondo marino.
“Se acaba el tiempo”
Los científicos han advertido que incluso si se redujeran drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero hoy, no se podría evitar una disminución significativa del hielo marino en el Ártico. Esto se debe a que el hielo marino del Ártico es un sistema complejo e interconectado que puede tener efectos de retroalimentación que aceleran la disminución del hielo marino.
Por ejemplo, a medida que el hielo marino se derrite, se expone más agua oscura. Esta agua oscura absorbe más calor del sol, lo que a su vez puede provocar un mayor derretimiento del hielo marino.
Además, el derretimiento del hielo marino puede liberar nutrientes en el agua, lo que puede provocar un aumento en la producción de fitoplancton. El fitoplancton puede absorber más luz solar, lo que a su vez puede provocar un mayor calentamiento del agua y un mayor derretimiento del hielo marino.
Otro factor que puede acelerar la disminución del hielo marino es el derretimiento del permafrost en el Ártico. El permafrost es una capa de suelo congelado que se encuentra en muchas partes del Ártico. A medida que el permafrost se derrite, puede liberar grandes cantidades de metano y dióxido de carbono en la atmósfera, lo que a su vez puede provocar un mayor calentamiento global y un mayor derretimiento del hielo marino.
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