Los datos biométricos forman parte de las nuevas tecnologías que tratan de fortalecer la seguridad. Consisten en las características físicas o de comportamiento que son utilizadas como llaves digitales para obtener acceso a dispositivos, sistemas o información personal.
Son parte de los datos biométricos los patrones faciales, huellas dactilares, la voz, la forma de escribir, el iris del ojo, entre otros, que, al ser de carácter único en cada individuo, se pueden combinar con la tecnología para brindar un mayor grado de protección a los usuarios.
¿Cuáles son los peligros de los datos biométricos?
Con todo, hay ciertos riesgos en la manipulación de los datos biométricos cuando no se sabe con exactitud quién, dónde y desde cuándo son almacenados esta información capturada por las grandes empresas de tecnología. Además, está lo que podría ser peor, cuando no se sabe si se comparte con otras compañías o gobiernos.
A esto hay que agregar los problemas por filtración de información como es el phishing, que consisten en las técnicas de ingeniería social que utilizan los cyber delincuentes para robar información personal o corporativa a través del correo electrónico. Además, están los robos de identidad y otros fraudes cibernéticos que utilizan los hackers para vulnerar los datos de los usuarios.
Un reciente estudio realizado por IBM X-Force arrojó que la tasa de fraudes cibernéticos aumentó un 6000 % y los métodos más recurrentes son los enlaces maliciosos o el robo de datos sensibles.
Meta Platforms Inc de Mark Zuckenberg en el ojo del huracán
Aunque es cierto que existen diversos protocolos de protección utilizados por las grandes empresas para la gestión de los datos biométricos, las entidades gubernamentales siguen monitoreando la tecnología para una mayor regulación por parte de la ley.
En el marco de este esfuerzo, recientemente el estado de Texas de los Estados Unidos demandó a Meta Platforms Inc el pasado 14 de febrero. El estado asegura que la compañía de Mark Zuckerberg monetiza con los rostros de las personas sin su consentimiento.
También, lo acusó de mantener una base de datos de geometría facial compilada por más de 10 años en Facebook e Instagram, lo que ha puesto sobre el tapete la polémica sobre los datos biométricos. Esto se suma a la serie de problemas de la red social más famosa del mundo, quien también amenazó con cesar sus funciones de Facebook e Instagram en el viejo continente.
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