Tener una rutina de entrenamiento puede ser uno de los mayores desafíos que tenga una persona si nunca lo ha hecho de forma constante o si lo ha dejado durante mucho tiempo. Con todo, son muchos los especialistas que informan sobre la necesidad de realizar actividad física de forma regular.
La Organización Mundial de la Salud avala el entrenamiento físico
La Organización Mundial de la Salud (OMS, por sus siglas en inglés) ha promovido constantemente el entrenamiento físico. Explican que 1 de cada 4 personas en el mundo no alcanzan los niveles de actividad física recomendados. Y aseguran que más de 5 millones de muertes podrían prevenirse anualmente con un mayor nivel de actividad física.
El riesgo de muerte de las personas con un nivel insuficiente de actividad física está entre el 20% y 30% más, a diferencia de las personas con entrenamiento físico adecuado. Es por esto por lo que recomiendan actividades físicas aeróbicas moderadas durante dos horas y media a cinco horas a la semana o actividades físicas aeróbicas intensas durante una hora y 25 minutos a dos horas y media para los adultos entre 18 y 65 años.
¿Cómo iniciar una rutina de entrenamiento?
Según el fisiólogo clínico del ejercicio en el Hospital Houston Methodist JJ Rodríguez el primer paso a dar es determinar el objetivo del ejercicio: sea de salud, rendimiento o estado físico. El especialista explicó que es importante determinar qué es lo que nos ofrece cada ejercicio y cuál es su objetivo específico.
Se necesita una rutina de salud si lo que queremos es vivir más tiempo, jugar con nuestros hijos y recoger a los nietos. Este tipo de rutina son imprescindibles para priorizar la salud y el bienestar y bajar el colesterol. Por otra parte, si lo que queremos es aumentar de fuerza y rapidez y tener un buen tono muscular se requiere de una rutina de ejercicio físico. Mientras que si lo que queremos es correr un maratón requiere una rutina de rendimiento.
El segundo paso es comenzar la rutina de entrenamiento poco a poco. Esto significa comenzar con pequeñas metas que vayan incrementando según el progreso de la persona. Podría comenzar con salir a caminar durante unos 10 minutos y contabilizar la cantidad de pasos e irlos aumentando paulatinamente. También recomiendan realizar estiramiento durante cinco minutos al día.
El tercer paso es agregar intensidad a los entrenamientos y llevar el control del tiempo. Esto significa que si una persona camina durante 10 minutos ahora tratará de caminar en ese mismo de tiempo una mayor cantidad de pasos. La idea es analizar si la frecuencia cardíaca aumentó o incrementó el ritmo de la caminata.
Rodríguez aconseja empezar de inmediato con una rutina de principiante y a medida que se adquiera una mayor resistencia y fuerza se puede ir aumentando en la intensidad. “El riesgo de mortalidad va a reducir, aumentará tu esperanza de vida y reducirás el riesgo de diabetes y enfermedades hasta en un 60%”, aseguró el fisiólogo.
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